La Teoría Sintérgica y la Obra de Jacobo Grinberg

El Dr. Jacobo Grinberg-Zylberbaum fue un eminente psicofisiólogo mexicano dedicado a la investigación del funcionamiento cerebral y la percepción. Su trabajo quedó plasmado en 45 libros y artículos científicos publicados entre 1975 y 1994. Fue el creador de la Teoría Sintérgica que, por su amplitud y profundidad, permitió abordar campos del conocimiento excluidos del paradigma científico hasta ese momento.

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Dr. Jacobo Grinberg-Zylberbaum

Se formó como licenciado en la Facultad de Psicología de la UNAM. Viajó a Estados Unidos donde obtuvo un doctorado en el New York Medical College. Regresó a México y asumió un cargo en la UNAM, en donde montó el Instituto Nacional para el Estudio de la Consciencia (INPEC). Fundó también el Laboratorio de Investigaciones Psicofisiológicas en la Universidad del Anáhuac y en 1987 obtuvo el doctorado en ciencias biomédicas por la Facultad de Medicina de la UNAM.

La relación del campo cuántico con el funcionamiento cerebral, los grados de la consciencia y la experiencia del Yo, el mecanismo de la percepción, fenómenos de materialización, potencial transferido, dermoóptica, chamanismo y meditación son algunos de los temas que abarcó.

Los datos primarios de su investigación provenían de su experiencia personal, de comprobaciones experimentales realizadas en el laboratorio y del trabajo de campo que desarrolló en todo el territorio de México.

Debido a su enfoque audaz y no convencional su obra no recibió un reconocimiento suficientemente explícito. A los 48 años de edad y en la cúspide de su carrera, el Dr. Grinberg desapareció sin dejar rastros el 12 de diciembre de 1994 y no se supo más de él.

Al cumplirse 25 años de su desaparición ofrecemos una reseña de su vida y de su obra con la esperanza de actualizar el valor que se merece. Sea ésta una contribución a su memoria.

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Antecedentes de la Teoría Sintérgica

En la década del ’80 el renombrado físico David Bohm proponía que detrás del mundo de los fenómenos observables definidos por el paradigma cartesiano (tiempo, espacio y causalidad), es decir, detrás del orden explícito que nos brindan los sentidos, existe un orden implícito -o “implicado”- que sostiene la unidad del todo indivisible.

Según Bohm, un universo de totalidad no fragmentario pone en juego una nueva noción de orden, diferente del orden de objetos y lugares de la física mecanicista. El nuevo paradigma, también llamado “holográfico”, concibe una matriz de información universal que implica un orden primario de realidad no manifiesto, no observable y trascendente a nuestra posibilidad de contrastación.

La física cuántica se presentó desde entonces como el trampolín cognitivo que permite integrar el paradigma científico con el pensamiento antiguo y religioso, y resolver la dicotomía entre mente y materia. Enlazándose con esta posibilidad el Dr. Grinberg desarrolló su investigación y gestó su teoría.

el campo jacobo grinberg
Representación gráfica del campo cuántico

Orden implicado, percepción y consciencia

La última publicación del Dr. Grinberg sobre la teoría sintérgica comienza con una referencia ala mecánica cuántica (1). Dice allí que ésta considera que ni el átomo ni las partículas subatómicas son los constituyentes últimos de la realidad material. Por detrás de las partículas ínfimas indivisibles, como los quarks, existe todavía una realidad paradójica constituida por distribuciones energéticas probabilísticas. Este “orden implicado” está cargado de información y sugiere la existencia de una estructura pre-espacial, una matriz informacional y energética básica del cosmos.

Para la teoría sintérgica la percepción es el resultado de una interacción compleja entre la estructura pre-espacial y el cerebro. En principio, la actividad de las neuronas genera un “campo neuronal”. Luego, el campo neuronal decodifica el “orden implicado” de la estructura pre-espacial y produce el “orden desplegado” de la percepción. Este orden desplegado se experimenta como constituido por objetos, formas, colores, sonidos, etc., incluido el espacio.

Nosotros, en tanto perceptores, no registramos el proceso de la percepción ni su complejidad y asumimos que nuestros sentidos nos entregan datos primarios de un mundo exterior que existe de manera independiente. Pero, en realidad, la percepción es el resultado final de un proceso complejo de interacción entre el campo neuronal y el orden implicado de la estructura pre-espacial o lattice (“rejilla”).

lattice jacobo grinberg
Representación simple de lattice 3D

El cerebro humano contiene 16.000 millones de neuronas, cada una de las cuales, a su vez, llega a tener hasta 10.000 conexiones sinápticas (2). La extraordinaria actividad de este universo celular súper-especializado y súper-conectado genera un campo energético. Si consideramos que la cifra de neuronas es más del doble que la población planetaria actual, podemos imaginarnos el efecto energético del campo neuronal.

campos energeticos
Correspondencia entre campos energéticos generados por sistemas complejos:
tránsito vehicular e interconexiones neuronales.

Así pues la estructura del pre-espacio es una organización informacional infinitamente densa en la que cada punto de la red (o lattice) contiene la información del conjunto y es afectado por las modificaciones que se producen en él.

Pero la distribución informacional de la estructura pre-espacial varía en órdenes de complejidad dependiendo de la existencia o no de masas. La densidad de información o “coherencia informacional” disminuye con la cercanía de un objeto masivo y viceversa. Lo que percibimos como objetos es la decodificación de porciones del pre-espacio con baja coherencia informacional y lo que percibimos como espacio es la decodificación de porciones con alta coherencia.

Al mismo tiempo la información de la red puede estar más o menos integrada, lo que llamamos “convergencia”, y la intensidad de la relación mutua entre sus elementos tiene grados de interconectividad. Cuanta mayor coherencia, convergencia e interconectividad diremos que hay mayor sintérgia.

El término “sintérgia” es un neologismo acuñado por Grinberg para aludir a la combinación de tres conceptos: síntesis, sinergia y energía. En una estructura pre-espacial de elevada sintérgia no existen objetos, gravitación ni tiempo. En cambio, en un pre-espacio de baja sintérgia existen objetos, tiempo y fuerza gravitacional.

Análogamente el cerebro es una organización informacional que presenta mayor sintérgia de acuerdo a su grado de coherencia, convergencia e interconectividad. Los procesos cerebrales de alta sintérgia se corresponden con pensamientos y experiencias de mayor nivel de abstracción, atemporalidad y unificación (como en la meditación y en la experiencia chamánica). Mientras que los modos de percepción y de pensamiento ligados a lo concreto, temporalmente condicionados y de baja densidad informacional implican estados de baja sintérgia.

A través de prolongaciones ramificadas llamadas dendritas
la neurona recibe estímulos nerviosos de otras neuronas

Mediciones de laboratorio confirman que existe una correlación entre los estados de mayor o menor sintérgia con el incremento o disminución de la conexión intra e inter-hemisférica del cerebro.

Sin embargo la cualidad de la experiencia subjetivamente vivida no puede ser detectada en ninguno de los niveles de la actividad cerebral ni registrada por cambios eléctricos, bioquímicos o electromagnéticos. La rojez del rojo, la sonoridad del sonido o la sensación de placer, en tanto cualidades de la experiencia, solo pueden ser experimentadas directamente.

De la misma manera no existen cualidades en el pre-espacio: el sol emite ondas electromagnéticas y fotones, pero la cualidad lumínica de la luz es un producto de la interferencia del observador. Lo mismo vale para las vibraciones moleculares de la atmósfera que son percibidas como sonido.

De este modo la cualidad de la experiencia depende de la interacción entre la información contenida en la estructura del pre-espacio y un observador sensible. Éste aporta a la información algo que la cualifica (la transforma en qualia), es decir, la impregna de significado. Desde el punto de vista de la teoría sintérgica la consciencia no es un subproducto de la actividad cerebral ni un emergente de ella, sino una condición fundamental irreductible a la materia.

Por extraño que parezca este descubrimiento ratifica el saber chamánico del Anáhuac, que postula desde hace milenios que la realidad última del Universo es un flujo de infinitos filamentos de energía auto consciente. En la saga de Castaneda, cuando explica “las emanaciones del Águila”, Don Juan lo expresa así:

“Lo único que puedo decirte es que los filamentos están conscientes de sí mismos, vivos y vibrantes, que hay tantos que los números pierden todo sentido, y que cada uno es una eternidad.” (3)

Funcionamiento cerebral y experiencia del Yo

Acabamos de describir la interacción entre la estructura del pre-espacio y el campo neuronal generado por el cerebro. Dijimos que el pre-espacio puede ser concebido como la matriz energética e informacional básica del cosmos. Y vimos cómo el “orden implicado” en el pre-espacio se transforma en el “orden desplegado” de la percepción.

También vimos que la estructura pre-espacial puede ser definida por su coherencia, convergencia e interconectividad, cualidades que aluden a la densidad de información, el grado de integración y la intensidad de la relación mutua de sus componentes.

Definimos que cuanta mayor es la coherencia, convergencia e interconectividad de una organización informacional mayor será su sintérgia y viceversa. Y que, en el caso del cerebro, esta correlación puede verificarse experimentalmente en el laboratorio mediante registros electro-encefalográficos.

Pues bien, la organización y el funcionamiento del cerebro presenta un patrón isomórfico con la forma en que está organizada la información en el espacio (4). La corteza cerebral, que es la estructura más evolucionada del cerebro, está formada por unidades funcionales distribuidas en todo su volumen. Estas unidades son circuitos complejos que interconectan capas corticales a través de fibras e interneuronas (hay 16.000 millones de neuronas y que cada una puede tener hasta 10.000 conexiones sinápticas).

Interconexiones sinápticas neuronales
Interconexiones sinápticas neuronales

La información ya codificada que viaja por las unidades corticales sufre procesos complejos de integración. En ellos patrones de actividad son reducidos a algoritmos neuronales a través de la activación de circuitos de inclusión por convergencia (5). La convergencia es una medida de integración de información.

Por su parte la coherencia es una medida de similitud. Cuanto mayor es la similitud funcional entre dos regiones diferentes de la corteza cerebral hay mayor coherencia entre ellas. Esto significa que mantienen un elevado flujo de información y que hay una alta redundancia informacional entre ellas. Por el contrario, una baja coherencia implica un elevado nivel de diferenciación en la información manejada por las neuronas.

El lóbulo frontal es el polo cerebral de más reciente evolución y tiene conexiones con el resto de la corteza a través de fibras axiónicas de gran longitud. Su alto grado de coherencia está indicando una función especial de coordinación sobre el estado de diferenciación o similitud del resto del cerebro.

Lóbulos de la corteza cerebral
Lóbulos de la corteza cerebral

Estudios de laboratorio confirman la correlación entre el funcionamiento cerebral y la experiencia subjetiva. A una alta coherencia intra e inter-hemisférica, que unifica la actividad cerebral, corresponde un estado interno de unificación, equilibrio y contacto con el Yo, y viceversa.

En términos psicofisiológicos el Yo surge cuando el proceso de neuro-algoritmización (es decir, el proceso mediante el cual el cerebro activa patrones de alta concentración informacional y de asignación de significados) ha llegado a un nivel en el que la incorporación de nuevos datos ya no altera la estructura del último algoritmo alcanzado.

Idealmente hablando, un sujeto alcanza un desarrollo óptimo cuando logra mantener una diferenciación de experiencias sobre un fondo constante de integración del Yo. En otras palabras, cuando es él mismo en cualquier situación y ante diferentes experiencias.

La teoría sintérgica postula que el cerebro es capaz de crear un campo energético (el campo neuronal) que se irradia a partir de su estructura orgánica y que puede expandirse en el espacio extra craneano. Allí interactúa con la matriz energética del espacio-tiempo, dando lugar a un patrón de interferencia hipercomplejo que constituye la estructura energética de la experiencia.

El patrón de interferencia es decodificado y transformado en experiencia consciente por el observador a través de la mediación de un “factor de direccionalidad”. Este último interactúa con porciones limitadas del patrón de interferencia y las transforma en experiencias específicas (6).

Puesto que no existe límite teórico para la expansión del campo neuronal y como el patrón de interferencia permea tanto el interior como el exterior de la estructura orgánica del cerebro, el factor de direccionalidad es capaz de transformar en experiencia consciente cualquier porción del patrón de interferencia dentro y fuera del cerebro.

Desde este punto de vista las experiencias chamánicas, meditativas y otras implican la capacidad de decodificar zonas extra craneanas del patrón de interferencia generado por el campo neuronal y acceder a niveles no habituales de la realidad.

Interacción del cerebro con el espacio extra craneano a nivel cuántico

La cualidad de atemporalidad y la capacidad de trasladarse en el espacio concuerda con lo anterior. Porque una de las posibilidades del factor de direccionalidad es la de focalizarse en diferentes regiones del espacio-tiempo sin que medien intervalos temporales apreciables entre cada una de sus localizaciones. En este sentido la experiencia consciente tiene un comportamiento cuántico.

Por último, cuando el factor de direccionalidad es capaz de enfocarse sobre el Observador, la experiencia resultante es la del Yo o Self. Correlativamente con esta experiencia es posible registrar en el laboratorio un incremento notable en la coherencia inter-hemisférica.

Para conceptualizar la experiencia del Yo, el Dr. Grinberg postuló la existencia de un “eje hipotético de unificación”, en el que cada nivel se transforma en un contenido observable del nivel superior inmediato (7).

Así, en el estudio exhaustivo que realizó de los linajes chamánicos de México, distinguió cinco grados de calificación vinculados al dominio de técnicas y capacidades cada vez más eficaces y complejas: aprendiz, curandero o médico tradicional, psicólogo autóctono, chamán y chamán-nahual.

El chamán-nahual es el hombre de conocimiento por excelencia, maestro de maestros, creador de nuevos linajes o guía del linaje en el que se formó. Posee el poder y el conocimiento que le permiten ejercer un control total sobre su propia consciencia, sobre la materia, y sobre la mente y la consciencia de los demás. Ejemplos de este nivel serían Juan Matus (de Sonora), María Sabina (de Oaxaca) y Bárbara Guerrero “Pachita” (de ciudad de México).

Descendiendo por este eje hipotético las capacidades son cada vez más circunscriptas: desde el poder amplio de modificar la materia y el espacio-tiempo, pasando por el acceso a otras realidades de la existencia, hasta aliviar las dolencias físicas y psicológicas, o solamente manejar alguna técnica específica, como la herbolaria o el huesero. Cuánto más alto el nivel, más riguroso el entrenamiento y más intenso el pasaje por una o varias iniciaciones.

Jacobo Grinberg sugiere que la sabiduría del chamán proviene de su capacidad para mantenerse en “la plataforma común y fundamental de sustentación de la consciencia humana”, o, en términos filosóficos, “en contacto con el Ser”, “en el silencio de la mismidad del Yo puro”.

Campo neuronal y consciencia de Unidad

Decíamos que la información codificada en la corteza cerebral es reducida a algoritmos neuronales a través de circuitos de inclusión por convergencia. Decíamos también que un patrón de interferencia surge de la interacción del campo neuronal generado por el cerebro con la matriz energética del espacio-tiempo. Y que el patrón de interferencia es decodificado y transformado en experiencia consciente por el observador a través de la mediación de un factor de direccionalidad.

Este último es capaz de transformar en experiencia consciente cualquier porción del patrón de interferencia, dentro y fuera del cerebro. De este modo las experiencias chamánicas, meditativas y otras implican la capacidad de decodificar zonas extra craneanas del patrón de interferencia y acceder a niveles no habituales de la realidad (8).

En el procesamiento que el cerebro realiza para construir la realidad perceptiva, cada proceso energético que se lleva a cabo en la estructura de cada neurona, dendrita o axón del cerebro crea una micro distorsión de la estructura pre-espacial. Las interacciones entre todas estas micro distorsiones dan lugar a una macro distorsión hipercompleja que hemos llamado campo neuronal (9).

axones
Conectividad del cerebro humano: fibras de axones de la materia blanca (10)

Ahora bien, el campo neuronal es una matriz de interacciones del conjunto de micro distorsiones neuronales en la estructura del pre-espacio y, por lo tanto, se inscribe en el orden implicado, enriqueciéndolo. Siendo el campo neuronal una resultante de la distorsión de la estructura pre-espacial, se puede inferir que existe un nivel de esta estructura que contiene la información de todos los campos neuronales existentes. A esta superestructura la teoría sintérgica la llama hipercampo.

Una de las repercusiones de la teoría sintérgica es que anticipa la posibilidad de la interacción entre diferentes campos neuronales y, por lo tanto, de interacciones directas entre cerebros (lo que el Dr. Grinberg llamó “potencial transferido”). Los resultados de los experimentos de laboratorio corroboran esta posibilidad e indican que las interacciones entre cerebros se comportan de manera similar al “entrelazamiento de partículas cuánticas” de la paradoja Einstein-Podolsky-Rosen (11).

El campo neuronal afecta y altera la organización sintérgica del pre-espacio y, en cierto nivel de funcionamiento, puede llegar a fundirse con ella, de tal forma que el producto de la actividad cerebral “se confunde con el resto de la creación”. Esta idea, que puede resultar novedosa desde un punto de vista psicofisiológico, “es tan antigua como la historia del hombre desde un punto de vista religioso y filosófico” (12).

El concepto de campo neuronal y de su expansión e interacción con el espacio es la contraparte paradigmática-científica de la consciencia de Unidad: la percepción de que no existen lo interno y lo externo ni el observador y lo observado como realidades separadas. Lo que concuerda con el paradigma de la física cuántica y la propuesta de David Bohm de un universo no fragmentario.

Según Grinberg la estructura del pre-espacio es una red holográfica, no local, que tiene el atributo de la consciencia. El campo neuronal distorsiona este enrejado o lattice y activa una interpretación parcial del mismo, cuyo resultado es la percepción. Solo cuando el sistema cerebro-mente está libre de interpretaciones, el campo neuronal y la estructura del pre-espacio se vuelven uno. En esta situación, la percepción de la realidad es unitaria, no dual y sin ego (13).

Como se sabe por su testimonio el Dr. Grinberg era practicante de meditación Vipassana. Esta consiste, en pocas palabras, en ampliar el campo de la atención hasta incluir cada vez más aspectos de la experiencia: sensaciones corporales, respiración, sonidos, entorno… Dicho en términos de su eje hipotético de unificación del yo, cada nivel se transforma en el contenido observable del nivel superior subsiguiente. El Dr. Grinberg se explayó en la descripción de esta técnica bajo el nombre de “meditación autoalusiva” (14). Sabemos que actualmente se está implementando en ciudad de México una línea de trabajo oficial en esta dirección (15).

Bárbara Guerrero «Pachita»

La figura de esta gran chamana nos llega especialmente a través de la obra de Jacobo Grinberg, aunque existen otros testimonios de su actividad (16). Pachita había nacido en Parrales en 1900 y, abandonada por sus padres, fue recogida por un tal Charles quien la crio hasta los 15 años. Entonces se hizo soldadera de Pancho Villa y luego se ganó la vida de distintas maneras hasta aceptar sus dones y su misión de sanadora.

Grinberg trabajó a su lado acompañándola en sus actividades hasta su fallecimiento en 1979. Participó en muchas operaciones, de las miles que ella había realizado con éxito entre la multitud de pacientes que la consultaron cada día durante años (17).

La dinámica de estos encuentros era básicamente similar. Al promediar la tarde unas 60 personas se acumulaban en el vestíbulo de la casa esperando su turno. Primero empezaban las consultas en donde una treintena de ellas era recibida para obtener consejo, consuelo o medicación autóctona. Luego una quincena de pacientes más graves eran operados hasta avanzada la noche.

Pachita se sentaba frente al altar en actitud recogida, cubierta por un chal especial, hasta que se hacía presente el Hermanito, como ella lo llamaba. Según su explicación ella dejaba que el espíritu de Cuauhtémoc entrara en su cuerpo y realizara las curaciones. Luego de esa llegada el ambiente adquiría una cualidad extraordinaria de reverencia, autoridad y atención, de cuya realidad ninguno de los asistentes dudaba.

El paciente era recostado en un camastro de tablas después del diagnóstico y Pachita, tomando un cuchillo común de monte abría el cuerpo sin dificultad, removía o extraía el órgano enfermo y lo reemplazaba por otro que, a veces, era materializado de la nada ante la mirada de los presentes. La herida cerraba instantáneamente y el paciente se aliviaba luego de un descanso.

No había ninguno de los cuidados de asepsia que caracterizan a la cirugía moderna pero no se producían infecciones ni dificultades de ningún tipo. Todos los pacientes sin excepción manifestaban enorme gratitud por la atención recibida y algunos se transformaban en fieles seguidores o asistentes de la chamana.

En pocas palabras esta era la apariencia fenoménica de lo que sucedía según coinciden los testigos. Personas de todas las clases sociales, profesiones y nacionalidades recurrieron a los servicios de Pachita.

Según Grinberg lo que vivió junto a Pachita desafiaba todos sus conocimientos médicos y la visión que tenía del mundo. Acicateado por esta contradicción profundizó en sus investigaciones para encontrar una explicación científica de los hechos que presenciaba. En pocas palabras Grinberg consideraba que la capacidad de Pachita para manejar y alterar el espacio-tiempo a voluntad se debía al alto nivel de unificación de su consciencia.

pachita y jacobo grinberg
Bárbara Guerrero “Pachita” y Dr. Jacobo Grinberg

Alcances y significado de la obra de Grinberg

El conjunto de la obra de Jacobo Grinberg pre anuncia el desarrollo posterior de la investigación neurocientífica en convergencia con la física cuántica.

Estudios recientes con esta orientación postulan la existencia de un campo universal unitario de consciencia cuántica, que permite comprender los fenómenos de no localidad estudiados por Grinberg y la unidad de la consciencia humana (18). Se está reconociendo que el cerebro intercambia información a nivel cuántico con campos de energía cósmicos, gravitacionales, electromagnéticos y otros (19). La naturaleza fractal del cerebro sugiere que éste opera por encima de las cuatro dimensiones del espacio-tiempo convencional (entre 5-8 dimensiones) (20).

También se han realizado mediciones de laboratorio análogas a las de Grinberg que corroboran los efectos de la meditación sobre la estructura del cerebro (21). En términos más generales, se está elaborando una “metafísica alternativa con fundamento científico”, en la que la consciencia sería un componente fundamental de la realidad, con grados variables y jerarquizados (22).

Por otro lado, la Teoría Sintérgica se presenta como un enfoque científico privilegiado para comprender la experiencia chamánica, a la que el Dr. Grinberg le dedicó una parte importante de su investigación de campo y de laboratorio. A la vez, su experiencia como colaborador de Bárbara Guerrero “Pachita” y su relación personal con Carlos Castaneda lo convierte en uno de los científicos más calificados sobre el tema.

Como podemos ver la obra de Jacobo Grinberg se anticipa en varias décadas al nuevo paradigma de convergencia cognitiva que se propone hoy como el sustento de la ciencia del siglo XXI (23). Esta nueva orientación es el resultado de innumerables esfuerzos en distintos campos disciplinarios y, entre ellos, los descubrimientos del Dr. Jacobo Grinberg ocupan un lugar especial.

Al igual que otros pioneros, el Dr. Grinberg tuvo que orientarse en una dirección nueva, más audaz y más abarcadora, para trascender las limitaciones del paradigma vigente. Exploró áreas innovadoras y las integró en una explicación consistente, profunda y amplia. La Teoría Sintérgica es su legado más sobresaliente, de la cual no se han extraído todavía todas las posibilidades que contiene.

Desde el año 2001 al 2007 la revista Ciclo Literario y de Diseño dirigida por Lorenzo León Diez (Universidad Gestalt de Diseño, Veracruz) ha editado una serie de artículos dedicados a Grinberg. También ha instalado un sitio en Internet con la meta de promover “la vasta obra de este ilustre mexicano” que se adelantó a su tiempo y que “debe ser conocida por las siguientes generaciones” (24).

En el año 2014 dos de sus allegadas publicaron una recopilación de trabajos inéditos y testimonios personales como tributo a su memoria (25). En mayo del mismo año se realizó un homenaje en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) con varios oradores y un concierto dado por su hija.

El buscador bibliográfico de la UAM arroja 4 referencia a los experimentos de Grinberg en artículos de otros científicos: uno de Jeanne Achterberg en la revista ReVision (1998) y tres del Dr. Larry Dossey en The Journal of Science and Healing (2013, 2015, 2016). La CIA también cuenta con algunos de sus trabajos en la base de datos de documentos desclasificados que ahora están abiertos al público por vía remota (26).

En este momento el fondo bibliográfico centralizado de la UNAM dispone de 60 títulos catalogados de la obra de Grinberg, distribuidos en las distintas bibliotecas (27). Incluye las tesis del propio Grinberg y las de varios de sus alumnos en las que figura como asesor.

Por otro lado, además de los registros precedentes rastreados en Internet, encontramos que la revista especializada NeuroQuantology, dedicada a la investigación interdisciplinaria de neurociencias y física cuántica, no contiene ninguna referencia a Jacobo Grinberg ni a su teoría.

Paradójicamente un artículo del año 2013 dedicado a la mente y la consciencia firmado por renombrados investigadores declara que “no tenemos hasta el momento una clara descripción pre-teorética del fenómeno de la consciencia” (28). ¿La obra de Grinberg se les pasó desapercibida?

El mayor reconocimiento explícito que recibió Jacobo Grinberg, además de los ya mencionados, está compuesto por entrevistas a personas que lo conocieron y notas periodísticas que tratan de rescatar su figura en circuitos alternos de difusión por Internet.

¿No sería pertinente que el Dr. Jacobo Grinberg, pionero en la investigación de la consciencia, recibiera algún tipo de rehabilitación oficial en su país natal, del que tanto y tan explícitamente se enorgullecía? ¿No tendría que ser posiblemente la UNAM, como referente institucional donde desarrolló sus tareas, la encargada de reevaluar y promover activamente su figura y su obra?

Semblanza de Jacobo Grinberg

Un científico es, antes que nada, un ser humano y como ser humano Jacobo Grinberg tenía preguntas que lo inquietaban, vivía conflictos y contradicciones. Atizado por su búsqueda interior practicaba meditación, exploraba otras tradiciones y compartía su necesidad de indagación con otras personas. Todo esto, que es inseparable de su trabajo científico, nos llega por el testimonio de sus libros.

Para el ámbito institucional era todavía un miembro respetable de la comunidad científica mientras su búsqueda personal no sobrepasó las fronteras de su vida privada. Pero, después que conoció a Pachita, la vida interior y exterior de Jacobo sufrió un vuelco.

“Para mí, lo que vi al lado de Pachita fue un impulso enorme para entender la realidad de una forma diferente a la que sostenían mis maestros y la sociedad en que vivía.” (29)

Luego de publicar el primer libro donde relataba su experiencia con ella, en el que incluía explicaciones sobre la teoría sintérgica, sus colegas institucionales comenzaron a mirarlo con recelo. Aquello no encajaba en los cánones establecidos; la academia estudiaba el chamanismo como una manifestación de la “otredad cultural” y de ninguna manera como un evento verosímil o edificante.

Al mismo tiempo la teoría resultaba innovadora. De hecho, establecía una correlación entre los registros psicofisiológicos de laboratorio, la experiencia vivencial directa y los postulados de la física cuántica. Su potencial explicativo era muy grande y su formulación, comparativamente, muy sencilla.

Al describir su situación académica de ese momento Jacobo lo expresó así:

“No culpo a mis colegas de la Universidad, los que me miraban con ojos de extrañeza después que publiqué la primera edición de Pachita. De hecho, estuve a punto de ser retirado de mi cargo académico y ciertamente fui bloqueado y obstaculizado en mis peticiones de apoyo a la investigación que realizaba. No los culpo porque solamente quien tuvo la oportunidad de ver lo que sucedía con Pachita podría aceptar mis descripciones como un testimonio veraz de lo que acontecía y no como un repentino enloquecimiento de un profesor hasta ese momento cuerdo y respetable.” (30)

La suerte estaba echada, él no iba a renunciar a sus anhelos ante las dificultades. Las preguntas por la individualidad, la Realidad última, la Unidad y el Ser están presente en todos sus escritos. Y esta fidelidad hacia sí mismo será, posiblemente, uno de los motivos que le acarrearían la desconfianza de sus pares y el reparo oficial.

En la introducción del primer volumen de sus seis libros dedicados al chamanismo, Jacobo Grinberg expone de manera sencilla su valoración del México profundo. Dice así:

“Una de las más tristes e inquietantes actitudes del mexicano actual es su tendencia hacia la auto devaluación, posiblemente como resultado de una conquista brutal, caracterizada por una total falta de respeto hacia sus valores autóctonos, que lo condicionaron a pensar en lo propio como algo sin valor y en lo externo como algo omnipotente.” (31)

Y continúa inmediatamente:

“Y lo más extraordinario de todo es que tal actitud de sometimiento existe en un país como este, en donde viven algunas de las personas más desarrolladas del planeta, me refiero a los hombres de conocimiento de México, los chamanes y los psicólogos autóctonos.”

Describe luego que desde tiempo inmemorial cada poblado de los antiguos habitantes del territorio contaba con la guía espiritual de uno o varios hombres que se destacaban por su inteligencia, intuición y clarividencia. Esto mismo sigue ocurriendo en la actualidad. Se dedican a curar, hacer predicciones, dar consejos, aliviar angustias y son consultados por pueblos enteros. Según él, estos portavoces de la tradición ancestral “representan la más verdadera y misteriosa raíz de lo mexicano”.

Entrevistó, consultó y convivió con chamanes de distintos linajes en todo el territorio de México. Fue testigo de sus capacidades y de su rol en las comunidades. Del respeto que les profesaba la gente y de la generosa entrega a la misión que tenían. De todo esto dejó un elocuente testimonio en sus escritos.

En este proceso de aprendizaje e investigación su relación con Pachita tuvo un significado especial. No solo por los portentos que atestiguó, que lo impulsaron a buscar con más intensidad, sino también por la cercanía del vínculo. Dice así:

“Nunca he conocido a una persona más extraordinariamente sincera, libre y original que Bárbara Guerrero, a quien todos llamábamos Pachita como una señal de cariño. En su conducta diaria se comportaba como una típica mujer mexicana del pueblo, llena de ingenio, ternura y absolutamente práctica en sus decisiones. Estar cerca de ella durante sus actividades cotidianas matizaba el ambiente de un extraño sabor que hacía pensar que no existía otra vivencia más que ésa y no había otra cosa más importante que oír sus comentarios chispeantes, sus chistes y albures mexicanos llenos de picardía y buen humor. Era, antes que otra cosa, una verdadera mujer, sensible, tierna, cuidadosa y protectora.” (32)

El Dr. Grinberg se adentró en el México profundo y en las prácticas, conocimientos y valores de la tradición ancestral que orientan al individuo, a la familia y a la comunidad en la dirección de una vida plena y trascendente (3. La Toltecáyotl, que originó la civilización primigenia del Anáhuac, sigue viva en la actualidad y fue para él una fuente de inspiración. A este respecto dice así:

“Un pueblo que posee una riqueza humana tan extraordinaria como México no tiene motivo alguno para sentirse devaluado.”

Por lo cual, concluye, necesitamos conocernos, saber lo que somos, revaluarnos y confiar en nosotros mismos. El Dr. Jacobo Grinberg ha sido un ejemplo de esta posibilidad.


Fuentes Consultadas

Jacobo Grinberg-Zylberbaum:

1979 El cerebro consciente: Bosquejo de la teoría psicofisiológica del campo unificado, Vol. II, Psicofisiología de la consciencia. México: Ed. Trillas.

1981 Las Manifestaciones del Ser: Pachita, Vol. I. México: EDAMEX.

1983 The orbitals of consciousness. A neurosyntergic approach to the discrete levels of conscious experience, Psychoenergetics, Vol. 5, pp. 235-242. United Kingdom: Gordon and Breach Science Publishers.

1987 Meditación Auto alusiva. México: INPEC.

1987 Los chamanes de México, Vol. I, Psicología autóctona mexicana. México: Facultad de Psicología (UNAM) e INPEC.

1989 Los chamanes de México, Vol. VI, La voz del ver. México: Instituto Nacional para el Estudio de la Consciencia, A. C.

1991 Fluir en El sin yo. México: INPEC.

1994 Curaciones chamánicas. Pachita, el milagro de México. México: Ed. América Ibérica.

Grinberg-Zylberbaum, J.; Delaflor, M.; Attie, L.; Goswami, A.: 1994 “La paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen en el cerebro: el potencial transferido”, Physics Essays, Volumen 7, Número 4, diciembre de 1994, pp. 422-428.

Leah Bella Attie y Amira Valle: 2014 Alicia en el país de la consciencia. Artículos científicos inéditos. Desaparición del Dr. Jacobo Grinberg. https://www.amazon.com/Alicia-pais-consciencia-Cientificos-Desaparicion/dp/1495944581

Sirajul Husain: 2010 Campo universal de la consciencia cuántica: un nexo ontológico de la física clásica y cuántica, NeuroQuantology, Vol. 8, No 3. https://www.neuroquantology.com/index.php/journal/issue/view/33/showToc

Ott U., Hölzel B.K., Vaitl D.: 2011 Brain Structure and Meditation: How Spiritual Practice Shapes the Brain. In: Walach H., Schmidt S., Jonas W. (eds) Studies in Neuroscience, Consciousness and Spirituality, vol 1. Springer, Dordrecht. https://doi.org/10.1007/978-94-007-2079-4_9

Schooler J.W., Hunt T., Schooler J.N.: 2011 Reconsidering the Metaphysics of Science from the Inside Out. In: Walach H., Schmidt S., Jonas W. (eds) Studies in Neuroscience, Consciousness and Spirituality, vol 1. Springer, Dordrecht. https://doi.org/10.1007/978-94-007-2079-4_11

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1 Tomado de Grinberg 1994, Apéndice 1.
2 Acevedo y otros, 2009: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19226510.
3 Carlos Castaneda: 1984 El Fuego Interno, México: Edivisión. Cap. 3: pp. 66.
4 Tomado de Grinberg 1987, Vol. 1, Cap. 1
5 Un algoritmo es un patrón, modelo o fórmula matemática que contiene información concentrada capaz de ser decodificada para reconstruir el original del cual se obtuvo el algoritmo.
6 Un patrón de interferencia surge cuando dos ondas de cualquier morfología se entrecruzan o interactúan.
7 Tomado de Grinberg 1989, Vol. 6.

8 Grinberg 1983.
9 Grinberg 1994: Apéndice 1.
10 Imagen obtenida mediante técnica DTI (imágenes de tensor de difusión), Proyecto Conectoma Humano: http://www.cienciacognitiva.org/?p=1008
11 Grinberg et al 1994 Physics Essays.
12 Grinberg 1979:5.
13 Grinberg 1991.
14 Grinberg 1987.
15 Alfonso González C., comunicación personal.
16 Leo Dan (cantante argentino), Stanley Krippner (psicólogo estadounidense), Alberto Villoldo (médico cubano), Salvador Freixedo (investigador español), Maurice Cocagnac (monje benedictino francès), Alejandro Jodorowsky (cineasta chileno) y un documental sobre su hijo, Enrique Ugalde (El Hermanito, hijo de Pachita. Francia: 2005. https://www.youtube.com/watch?v=Jqmxxe9UB08)
17 Grinberg 1994.
18 Husain 2010.
19 Meijer y Geesink 2017.
20 Gardiner, Global y Marc 2010 https://www.neuroquantology.com/index.php/journal/article/view/279
21 Ott et al. 2011.
22 Schooler et al. 2011: panpsiquismo y jerarquía anidada de observadores conscientes distintos.
23 Prudenciano Moreno Moreno: 2014 La ciencia ante la transición del nuevo paradigma de convergencia cognitiva del siglo XXI, Ciencia desde el Occidente (año 1, no 2) Sinaloa, México: Universidad Autónoma de Occidente.
24 http://www.cicloliterario.com/cicloJacobojunio2007.html
25 Leah Attie y Amira Valle: 2014.
26 Grinberg 1983: https://www.cia.gov/library/readingroom/search/site/jacobo%20grinberg
27 http://bibliotecas.unam.mx/
28 Grandpierre et al. 2013.
29 Grinberg 1994: pág. 9
30 Idem.
31 Grinberg 1987: Introducción.
32 Grinberg, 1994: Prólogo: pág. 7
33 León-Portilla 1980; Bonifaz Nuño 1987; Marín Ruiz 2010.


Jacobo Grinberg y su relación con la Toltecáyotl:

Resumen
La Teoría Sintérgica y la Obra de Jacobo Grinberg
Nombre del artículo
La Teoría Sintérgica y la Obra de Jacobo Grinberg
Descripción
El término “sintérgia” es un neologismo acuñado por Grinberg para aludir a la combinación de tres conceptos: síntesis, sinergia y energía. En una estructura pre-espacial de elevada sintérgia no existen objetos, gravitación ni tiempo. En cambio, en un pre-espacio de baja sintérgia existen objetos, tiempo y fuerza gravitacional.
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Proyecto Cabán
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1 comentario en “La Teoría Sintérgica y la Obra de Jacobo Grinberg”

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