En este texto pretendemos acercarnos a comprender la unión de las dimensiones de la Lingüística, la Energética y el ADN, y el nuevo paradigma que se han abierto los hombres de conocimiento de distintas disciplinas, enfocados en la comprensión y restablecimiento de la salud.
El Hallazgo del ADN
Para sentar las bases, hablemos brevemente de la historia del descubrimiento del ADN.
Fue en el siglo 19 que por primera vez se describe el ADN. La molécula de la vida fue aislada por primera vez en el año 1869 por el médico y biólogo suizo Johan Friedrich Miescher. Dando un salto de siglo, en los años 20s, Phoebus Levene, en sus estudios de la estructura y función de los ácidos nucleicos, logró determinar la existencia de ADN y ARN, además de que el ADN está formado por 4 bases nitrogenadas Timina y Citosina (pirimidinas), Guanina y Adenina (purinas), un azúcar (desoxirribosa) y un grupo fosfato. Determinó que la unidad básica del ADN estaba conformada por fosfato-azúcar-base nitrogenada a la cual llamó nucleótido.
En 1952, se logró determinar que el ADN es la molécula responsable de la herencia. Un año después Rosalind Franklin y Maurice Wilkins, Francis Crick y James Watson lograron dilucidar mediante estudios de difracción de rayos X, la estructura molecular de doble hélice del ADN, lo que les valió el premio Novel de fisiología y medicina en 1962.
Lo anterior es un muy pequeño resumen de los hallazgos con relación al ADN desde la perspectiva oficial que contempla la parte bioquímica. Para comprender la parte en donde la energética y la consciencia entran en juego, es importante mencionar los siguientes hallazgos.
El ADN no es Estático
En 1942, el Doctor Conran Waddington acuñó el término: epigenética (del griego epi, en o sobre, -genética) que es el estudio de los mecanismos que regulan la expresión de los genes sin una modificación en la secuencia del ADN. Establece la relación entre las influencias genéticas y ambientales que determinan un fenotipo. Esto quiere decir que se recibe información que no se puede cambiar, pero también tenemos aspectos heredados que sí se pueden modular o transformar, a través de nuestra conducta y hábitos que se van “grabando” en la memoria de nuestro ADN.
La propuesta de la medicina alternativa Biodescodificación, hizo grandes descubrimientos a través de los estudios de casos de niños maltratados o sin afecto de la madre, en donde se percataron que la parte del ADN correspondiente al afecto se “desactivó”. A este proceso de “desactivación” se le conoce como metilación, que básicamente se traduce a que esas partes no pueden leerse, siendo modificadas por experiencias, en este caso las carencias de afecto de los niños.
Está claro que no podemos cambiar cierta parte biológica en nosotros como el color de pelo o el color de nuestros ojos, no obstante, es un hecho: existen patrones inconscientes de conducta que sí podemos cambiar, y este es el gran descubrimiento, pues hasta ese momento, se creía que la genética era estática, sin cambio ni movimiento.
Sería injusto atribuir el conocimiento del ADN solo a los científicos involucrados de los últimos 150 años. Este es un logro de la suma de conocimientos de la humanidad. Pensemos que miles de años atrás abrimos un cuerpo y empezamos a comprender los órganos. Luego los tejidos, después las células, su composición molecular, hasta llegar al paradigma energético (átomos y sus composiciones) y la interacción de la consciencia en ello. Entonces, en esta búsqueda de conocimiento, desde la perspectiva occidental, tendríamos que encabezar la lista con el “filósofo risueño” Demócrito, hasta llegar a John Dalton, para luego conectar con los científicos de la física clásica, luego los de la cuántica, los químicos, genetistas, hasta los científicos modernos, que a continuación hablaremos de ellos.
La Genética de Onda
Un grupo de científicos (biólogos cuánticos, físicos, lingüistas) liderados por el Dr. Garyaev Peter Petrovich, han trabajado en comprender el funcionamiento de nuestro organismo genético. Investigaciones de nuevas áreas de codificación genética, creando una nueva tendencia y enfoque en esta materia “La genética de la onda”, que se realizan en el «Instituto de Genética Quantum» fundado por él en el 2013.
El Dr. Garyaev recientemente a fallecido el pasado diciembre del 2020, sin haber noticias claras en medios de comunicación con relación a su partida, pero sí confirmaciones por parte de sus cercanos. Esto ocurrió pocos días después de recibir la noticia de ser nominado al premio nobel de medicina para la edición del presente año (2021).
No obstante, sus investigaciones siguen en marcha, y han abierto un paradigma difícil de concebir, en el que la Lingüística y la Energética son los factores que operan en la Genética, tratando de comprender el lenguaje y forma en el que se comunica el ADN.
Sus investigaciones han revelado que el ADN se expresa en forma de ondas electromagnéticas que dictan las funciones de nuestros cromosomas. Dentro de este marco, revelan la posibilidad de reprogramar partes de nuestro ADN para tratar enfermedades.
Se ha estado atribuyendo a procesos bioquímicos lo que determina las características de un individuo. No obstante, gracias a las últimas investigaciones de este grupo de trabajo, se ha llegado a demostrar que el ADN utiliza patrones lingüísticos propulsados por ondas de frecuencia, siendo la parte bioquímica la consecuencia de esto. Garyaev menciona que los modelos oficiales del ADN son erróneos desde su base.
Dicho en sus propias palabras: “A través de una señal laser y de sus campos electroacústicos solitónicos, el gen lee y entiende textos de manera parecida al pensamiento”.
El sistema genético opera y es capaz de transferir datos a través de ondas electromagnéticas y acústicas en forma de solitones.
Solitones
Un solitón es una onda solitaria que se propaga sin deformarse en un medio no lineal. El primero en observarla fue el ingeniero escocés John Scott, en el siglo 19, al estudiar la propagación de ondas acuáticas en canales poco profundos. Para su asombro, la onda producida de la parada brusca de una barcaza tirada por dos caballos a ambos extremos del canal, era de gran altura, bien diferenciable y no parecía debilitarse, es decir, aparentemente no variaban su forma ni velocidad. A este tipo de onda la denominó onda solitónica o un solitón.
Distintos aspectos del ser humano se expresan en ondas solitónicas. Vemos sus representaciones por ejemplo en los encefalogramas. Existen solitonos en el cuerpo y podemos ver que la neuroactividad cerebral utiliza ondas eléctricas. Pulsos eléctricos a determinadas frecuencias de solitones.
Estados de Consciencia y Ondas Cerebrales
En los encefalogramas vemos la actividad cerebral en distintos estados de consciencia (vigilia, meditación, ensoñación, sueño profundo) y la frecuencia a la que vibran (ondas cerebrales delta, theta, alpha, beta, gamma).
Los estados de consciencia se pueden provocar a través de la estimulación de pulsos eléctricos. Con la utilización de frecuencias binaurales, tonos monoaurales, solffegio, tonos isocrónicos, que se expresan en ondas sonoras (audios escuchados con audífonos) también es posible provocarlos.
Entonces, si se puede estimular a través de ondas solitónicas a nuestro cerebro, también se puede hacer con el ADN, y es justo lo que se encuentran haciendo los científicos rusos, comprender la frecuencia en que la onda puede ser modulada para realizar terapias específicas que impacten en la esencia de nuestro ser. Ya han podido reparar ADN que había sido dañado con rayos X, y se encuentran trabajando en la cura de enfermedades como el cáncer y el sida, a través de ondas solitónicas electroacústicas.
Terapias de Enfoque Energético
En las últimas décadas se han realizado en todo el mundo terapias en base a estimulación energética con generadores de frecuencias precisas y equipos inspirados en los trabajos del inventor Royal Rife (1888—1971) y su tecnología beam ray machine, que trabajaba por medio de una frecuencia inducida, la cual vibraba a la resonancia del patógeno en cuestión para así matarlo. Además, los generadores de campos magnéticos pulsantes, los equipos de diagnóstico y tratamiento en base a bioresonancia, la radiónica y su energía orgón, los generadores de iones negativos, los equipos de biofeedback y un largo etcétera, nos hablan de la búsqueda de métodos energéticos para restablecer la salud, todos ellos inspirados en estimular y tratar nuestra parte energética para recobrar la salud.
El Dr. Garyaev lo ha llevado un paso más allá, con respaldo de la comunidad científica y académica rusa y de otras naciones. Aunque sus métodos terapéuticos se encuentran en fase experimental, parece ser que van por buen camino. Ahora sólo esperemos que su partida no influya en el detenimiento de sus trabajos y que no merme el interés de la comunidad científica, pues sabemos que solo así se evita que su conocimiento se guarde en el archivero del olvido.
En su sitio web https://wavegenetics.org/es/ ofrecen audios con frecuencias para distintos propósitos como tratamiento para el cáncer, rejuvenecimiento, corrección del sistema esquelético, corrección del sistema cardiovascular, entre muchos más. Además, ofrece un equipo terapéutico “Mishina” que opera como generador de un campo estático, que actúa sobre sistemas y órganos afectados.
Lingüística y El Poder de la Palabra
La lingüística es el estudio científico del origen, la evolución y la estructura del lenguaje, a fin de deducir las leyes que rigen las lenguas. El lenguaje se halla íntimamente unido al origen del ser humano. Los descubrimientos arqueológicos dan cuenta de que aun en comunidades muy primitivas existían formas lingüísticas complejas, como el uso de distintos tonos y de variedad de categorías, es decir, que van más allá de la onomatopeya.
Al final, es fácil deducir que el lenguaje es los que nos distingue entre todas las especies y lo que da inicio a las grandes civilizaciones.
Las distintas culturas dentro de su mitología y explicación de la vida, señalan a la palabra como el principio creativo. Para los egipcios, las palabras tenían una fuerza creadora. Podemos atestiguarlo en este fragmento de El libro de los muertos: Para devolver a un difunto los poderes de la boca… concede a mi boca los poderes de la palabra, con objeto de que en la hora en que reinan la noche y las nieblas, pueda dirigir mi corazón.
En el judeocristianismo, a través de las sagradas escrituras, Dios es el poseedor de la palabra y esta la portadora de la verdad: «En el principio existía el verbo, y el verbo era Dios» (Juan 1,1) y generosamente lo da a los seres humanos a través de su hijo Jesucristo: «Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros» (Juan 1,14). La palabra venida de Dios es lo único perdurable: «La palabra de Dios nuestro permanece para siempre» (Isaías 40,8), «Sécase la hierba, marchítase la flor más la palabra de Dios nuestro permanece para siempre» (Isaías 40,8). La palabra de Dios es vida: «Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4,4). La palabra de Dios es la verdad: «Los cielos y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» (Marcos, 13,31).
A través de la mitología de distintas culturas, se da mucha importancia al lenguaje en la creación y se plasman como parte fundamental de la explicación mística de la existencia. El lenguaje es considerado como una facultad sagrada, que se traslada al ser humano por obra de un ser superior que, en este aspecto, lo hace semejante a él. El dominio de la palabra implica el nacimiento de la sabiduría.
La idea de que nuestra genética funcione a niveles de onda y de forma parecida a nuestro pensamiento (lingüística), nos hace recordar las investigaciones de distintos científicos que demostraron el poder de la palabra.
Descubrimientos del Dr. Masaru Emoto
El Dr. Masaru Emoto lo hizo en sus investigaciones, demostrándolo en los cristales del agua fotografiados al congelarla, tras haber puesto letreros en los contenedores de algunos con palabras como matar, miedo y en otros más, amor, alegría, llegando a comprobar la reacción del agua a través de formas geométricas armoniosas en los que tenían palabras positivas a diferencia de las formas irregulares y en desarmonía de los que tenían palabras negativas. Somos de 70 a 80% de agua al igual que nuestro planeta. Esto pone evidencia el poder de la palabra.
Otro ejemplo de esto lo proporciona el Dr. Gynor. Expuso al agua una sonata de Mozart, y obtuvo formas geométricas armoniosas en los cristales de agua a diferencia de la que expuso a música electrónica, resultando los cristales de ésta desestructurados y faltos de armonía.
Los mantras budistas, las oraciones, las alabanzas, los nombres de Dios de la cábala, los cantos gregorianos y un largo etcétera, nos muestran el poder creativo de la palabra a través de los tiempos, y quizá, desde la mirada científica, podamos comprenderlos ahora.
Una vez más queda claro que antes de la materia están la consciencia y la energía. Cada pensamiento tiene un impacto en la realidad. Cada palabra forma nuestro entorno.
Es bien sabido que el Dr. Garyaev inicia sus conferencias citando: “En el principio ya existía el Verbo (la Palabra), y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios” Juan 1:1.
El Principio y el Fin es Luz
Se ha llegado a comprobar que las células emiten luz antes de morir y esto ocurre de la misma forma en que lo hacen las supernovas. El principio y el fin es luz: es energía. El ADN es un súper conductor orgánico de energía. No todo es biología, también hay una parte inicial energética y también una consciencia direccionando y modulando la vibración para manifestarse. Ese es el principio de la creación señalado por las culturas y religiones antiguas.
Conclusiones
La Frecuencia es anterior a nuestro ADN. Hemos estado haciendo lo mismo con el lenguaje durante miles de años, utilizando el mismo método en el que opera nuestro ADN. El sistema cromosómico actúa como un aparato de recepción y transmisor de textos genéticos mediante microchips biológicos. Otro ejemplo de cómo hemos replicado nuestra naturaleza lingüística-energética-genética, son los teléfonos celulares, el internet, las múltiples comunicaciones tecnológicas, la inteligencia artificial, etcétera, inspirados de forma consciente e inconsciente por nuestra esencia.
Llegar a comprender el estado mínimo del ser humano y del universo, es acercarse a los términos de la energía, la frecuencia y vibración, como lo dijo Nikola Tesla. Detrás de su manifestación está el poder creativo, aquél que muchos grandes científicos no tuvieron pudor en llamarlo Dios. Pues, más allá de una mecanismo y leyes, el universo es un organismo inteligente.
Siendo el universo un organismo que contiene millones de organismos en él (galaxias, nebulosas, sistemas solares), y a su vez, estos organismos de forma fractal contienen a otros (estrellas, planetas) y así sucesivamente hasta legar a las especies (plantas y animales) y sus cargas genéticas, la “No separación”, a la que se refieren grandes hombres de conocimiento, más que un tema digno de ciencia ficción se vuelve un poco menos difícil de comprender.
Explica el creador de la teoría de los campos mórficos y la resonancia mórfica Rupert Sheldrake, que comprender al universo como una maquinaria es equivalente a creer que en el cable de alimentación de la computadora se encuentra toda la información que procesa. Lo mismo es creer que los procesos químicos del ADN son la explicación de nuestra forma. Tampoco lo son las ondas solitónicas, simplemente son un medio que lleva la orden de textos genéticos.
Teniendo el medio para propagar las órdenes, nos queda un largo camino a recorrer para comprender el lenguaje: La palabra.
Somos energía y por consiguiente somos sensibles a ella. Cuando algo capta nuestra atención e incluso conecta con nuestra intuición, solo basta ponerlo a prueba. Tomarse el tiempo para reproducir los experimentos de Masaru Emmoto o el audio de Garyaev, nos puede hacer comprender de forma profunda la interacción de la consciencia y la energía. Solo falta la curiosidad, el interés, romper las estructuras que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida que solo nos hacen pensar en la existencia como una maquinaria y, por tanto, reflejándolo en nuestra propia vida mecanizada.
Descarga el Audio con Frecuencias para Fortalecer el Sistema Inmunológico de Garyaev en la parte final de este enlace siguiendo las instrucciones (utilizar bocinas estéreo a volumen moderado, frente a ellas a un metro de distancia):
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