Hasta ahora he hablado más de la oscuridad dominante en el planeta. Los tiempos que vivimos así lo exigen. El problema es para quienes ya son conscientes de ella y no saben qué hacer para mantenerse a salvo en este mundo decadente en lo que llega el momento de salir de la prisión.
La oscuridad, consciente de que estos tiempos llegarían, se encargó de sobre informar a la humanidad para confundirla y desanimar a quienes buscan respuestas para entender el mundo, la existencia y la manera de liberarse. De aquí que desfilaran todo tipo de versiones en las que es muy fácil perderse.
La inmensa mayoría de ellas se enfoca en promover la “salvación” a través de instituciones, maestros, dogmas, seres divinos, iluminados y toda suerte de agentes provenientes del exterior creados por el mismo sistema. Hay quienes afirman que la liberación es un proceso individual, pero no dicen cómo se alcanza, o bien, basan sus métodos en cuestiones superficiales, obsoletas o mal dirigidas que terminan provocando el efecto contrario.
Tomemos en cuenta que la auténtica prisión no se percibe con los cinco sentidos que limitan la experiencia humana a la realidad material. La mayoría de las personas ignora que existen otros planos o tienen una idea muy distorsionada de ellos. Hoy es común que las masas se dejan engañar por cualquiera que viene a hablarle de seres súper poderosos, ángeles, maestros ascendidos, sanación energética, rituales prehispánicos con plantas psicoactivas, escuelas místicas y esotéricas, prácticas meditativas ancestrales, contactos con seres de otros planos y un largo etcétera.
Motivadas por la eterna búsqueda de la “felicidad” o por la necesidad de atención y reconocimiento, las masas se involucran en todo tipo de actividades pseudo espirituales en donde se vinculan energéticamente con todo tipo de entidades oscuras que transgreden su voluntad y distorsionan su realidad manipulando sus pensamientos, emociones y conducta. Estas personas afirman que su vida mejoró desde que realizan determinadas prácticas, pero en realidad solo están recibiendo una retribución en lo material a cambio de entregar su energía y su voluntad a seres que se disfrazan de buenos para engañar incautos sin criterio.
Es así como terminan esclavizadas muchas personas que sintieron el genuino llamado de su conciencia, perdidas en la oscuridad por tomar salidas falsas. Llegado ese punto es muy difícil liberarse pero no imposible. Pareciera inevitable caer en la trampa cuando se comienza a tomar conciencia. Es como caminar en un campo minado del que prácticamente nadie sale ileso.
Solo llegan lejos quienes a pesar de esto se levantan y siguen buscando. O mejor dicho, quienes entienden que la única manera de encontrar las respuestas adecuadas es buscar dentro de uno mismo. Buscar fuera solo muestra el camino de lo que hay que encontrar dentro. Por ejemplo: la persona que percibe la manipulación y la mentira de los políticos, inmediatamente debe buscar en su interior la manera en la que las personas y el sistema lo manipulan, y de paso analizar cómo es que ella manipula a los demás. Es fundamental llegar al fondo, sanar las heridas, tomar decisiones y ponerse en acción para liberarse.
Abrir los ojos a la realidad exterior duele, pero ver como esa realidad está introyectada en uno mismo y en el entorno cercano es algo que no muchos están dispuestos a aceptar. Activan todos sus mecanismos de defensa y terminan refugiados en el autoengaño y en todas las opciones que ofrece el sistema para distraer de las realidades que realmente liberan.
Son muy pocos quienes realmente superan esto y siguen adelante en su autoconocimiento, entendido como la única forma posible de emancipación. En las siguientes publicaciones me enfocaré en compartir desde mi experiencia las claves para aprovechar esta oportunidad única para salir de esta prisión.
La oscuridad se disfraza de luz y la luz se esconde detrás de la oscuridad.
Pingback: Los Dos Caminos - Proyecto Cabán