Una vez, hace muchos años, cuando era todavía un físico joven, me puse a pensar por qué en los iconos cristianos las cabezas de los santos están rodeadas por un nimbo. ¿Y por qué la misma aureola se puede apreciar en las imágenes de los dioses indios y sudamericanos? ¿Es esta una coincidencia casual o existe un fenómeno físico gracias al cual entre pueblos tan diferentes nacieron imágenes similares?
—Dr. Konstantin Korotkov
Las terapias de sanación energética han tenido un surgimiento exponencial a lo largo y ancho del mundo, a través de la recuperación de distintas técnicas milenarias como el Reiki, Terpia Vibracional con Cuencos Tibetanos, Didgeridoo o Gongs, Yoga, Zhineng Chi Kung, Acupuntura (y un largo etcétera), además de técnicas modernas como Theta Healing, Access Bars, Luz Dorada, Yuen Energetics, Magnifield healing, y demás. Muchos han encontrado su sanación a través de la energía y esto es un hecho cuestionado por la academia y la ciencia, sin embargo, se ha alcanzado la masa crítica que da luz a esta efectiva opción sanitaria.
Las terapias de sanación desde una perspectiva energética, tiene como conceptos básicos lo siguiente:
- Todo el universo y lo que habita en él es energía.
- La energía no es estática, siempre está en movimiento.
- Siendo seres energéticos, somos sensibles a la energía de nuestros semejantes, lugares y circunstancias de la vida.
- Distintas situaciones modifican nuestra vibración.
- Influenciamos y somos influenciados a nivel energético.
En términos generales, desde la perspectiva energética, la salud está reflejada en:
- Nivel o cantidad de energía adecuada u óptima.
- La correcta Simetría o Equilibrio de nuestra energía.
- El adecuado flujo de Energía.
- La capacidad de auto-regulación u homeostasis.
Una gran parte de las técnicas de sanación energética, ocurren a través del principio de la resonancia (la implementación de la correcta vibración hacia el paciente, para impulsarlo a vibrar de forma armónica), ya sea a través de frecuencias eléctricas y magnéticas, imposición de manos, y un largo etcétera.
Otras más, a través de la propia energía del paciente, ayudándolo a recobrar su vibración armónica, a través de técnicas meditativas, movimientos corporales, ejercicios mentales, etcétera.
Ambas perspectivas apuntan a liberar bloqueos o armonizar fugas, con el objetivo de recuperar el correcto flujo, nivel y equilibrio de energía.
Para los terapeutas, la manera de saber la efectividad de sus técnicas de sanación ha sido en función de su propia intuición, o de las mejoras que sus pacientes manifestaron, o incluso los estudios médicos convencionales, que en algunos casos sus pacientes se realizaron antes y después. Sin embargo, para muchos, tanto pacientes como terapeutas, la duda de la efectividad seguía estando presente.
Muy pocas herramientas inmediatas de diagnóstico con conceptos energéticos y posibilidad de repetir al instante, con resultados más allá de lo aleatorio de los diagnósticos cuánticos (SCIO, Analizadores Cuánticos, Metatron, etc.), han estado disponibles para los terapeutas, y es aquí donde se vuelve de gran relevancia el brillante científico ruso Dr. Konstantin Korotkov (ver un poco de su biografía en el siguiente enlace https://www.holos888.com/konstantin-korotkov), sus investigaciones en el ámbito de la energía humana y su equipo de diagnóstico de salud desde una perspectiva energética, llamado Bio-well.
Ya desde más de una década disponible en el mercado, su tecnología de diagnóstico, que es una cámara GDV (visualización por descarga de gas), con la cual se realizan bioelectrografías electrofotónicas del paciente (inspirado en las cámaras de Kirlian) para ver su estado de salud, ha logrado dar luz sobre la eficiencia de las técnicas de sanación y sus implementaciones, a infinidad de terapeutas por todo el mundo, logrando ayudar a confirmar y a dar las pautas a corregir o perfeccionarse.
Con la tecnología Bio-well, se puede analizar el estado de salud del paciente antes y después de recibir su terapia. Esto ayuda mucho, pues tenemos un diagnóstico para entender qué aspectos de la persona son necesarios trabajar, y observar la efectividad de la terapia aplicada. De modo que se vuelve una herramienta con la cual poderse guiar en todo momento.
Además, la forma en que efectúa los diagnósticos no es invasiva y muy fácil de realizar. Las mediciones (bioelectografías electrofotónicas) se realizan en las puntas de los dedos de las manos (entendiendo su relación con órganos, sistemas y posiciones del cuerpo, basados en la medicina tradicional china). En pocos minutos se puede ver el campo de energía humano del paciente, teniendo gráficas precisas y sencillas de leer, incluso emitiendo conclusiones dentro de su software y un reporte muy claro sobre el estado de salud del paciente.
En mi experiencia personal, esta tecnología vino a aclararme muchas dudas con respecto a mis terapias, ayudándome a entender qué técnicas dentro de las herramientas de trabajo de las cuales disponemos en nuestro consultorio, impactan de forma más contundente en los pacientes. También, llevándome sorpresas, tales como confirmar el poder sanador de la respiración profunda, el impacto en nuestra energía al estar pasando por un desequilibrio emocional, la relación que hay entre los lugares y nuestra energía, y un largo etcétera.
La tecnología Bio-well no solo nos ayuda a obtener un diagnóstico energético preciso de los pacientes con el cual guiar nuestra terapéutica, sino también puede ser excelente herramienta para amplificar nuestra efectividad como terapeutas para mejorar nuestro servicio, y para aquellos que realizan o quieran llevar a cabo experimentos.
Bio-well es una herramienta que puede ayudar a tecnificar la práctica de distintas terapias de sanación energética, dando seguridad al paciente y al sanador. Para ampliar más la funcionalidad de esta tecnología, incluimos el enlace a la página oficial de Biowell en Latinoamérica: https://tollanherbolaria.com/bio-well/
Hace algunos años, en distintos medios de comunicación de todo el mundo, se difundió la sorprendente investigación del Dr. Korotkov acerca del proceso del abandono del “alma” o fuerza vital de un ser humano al momento de morir, descubriendo algunos aspectos interesantes.
La cabeza y el ombligo son las zonas del cuerpo donde la energía de vida desaparece primero, y el corazón es la última región donde esto ocurre.
En el caso de una muerte violenta, la energía humana cambia mucho durante las siguientes 24 horas: mengua, después se enciende, y por alguna razón incomprensible, el aumento se ve por la noche. En el caso de una muerte natural, la luminiscencia va menguando poco a poco, sin oscilaciones bruscas, durante 72 horas (los 3 días que en distintas culturas y religiones se guardan antes de incinerar o enterrar al fallecido).
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