Encuentros con el Nahual / El Lenguaje del Silencio

Permanecimos todos un rato sentados ahí frente al fuego.

Las siluetas de las llamas dibujaban figuras multicolores en el espacio oscuro de la noche. Había en ese movimiento de las llamas, un lenguaje que trascendía las palabras y que de alguna manera nos susurraba códigos de información que llegaban directo al Corazón.

Recién habíamos salido de la ceremonia de purificación y nuestros cuerpos sudaban profusamente. Cada gota de sudor trazaba en nuestra piel surcos transparentes que marcaban la ruta de salida de todo aquello que nuestros cuerpos habían liberado dentro del Inipi, junto al calor de las piedras y el vapor del agua, en el vientre de la tierra, en el Temazcal ….

Lo miré… y sentí el deseo de preguntarle algo, pero sabía que debía aguardar el momento preciso, pues no quería interrumpir la magia de aquel silencio luminoso que nos llenaba el Alma. Esperé un poco hasta que me dirigí a él… al maestro que nos guiaba con estas ceremonias y enseñanzas.

– ¿Cómo aprendiste todo esto que nos enseñas?  ¿Eres un “hombre medicina”, un “curandero”, un “brujo” o acaso un “chamán”?

Sonrió con la habitual dulzura que caracterizaba su firmeza de carácter y me contestó…

– “Para profundizar en estos caminos, es conveniente dejar a un lado el mundo de las palabras y de las etiquetas. En el fondo no soy ni esto ni aquello que mencionas, y al mismo tiempo soy todas las anteriores. Del mismo modo que seguramente tu tampoco eres mucho de eso que dices ser o crees ser, pero en cierta medida a veces llegas a serlo. Todo esto son solo palabras, conceptos que danzan en tu cabeza, en la comparsa de la razón tratando de hacer un mapa de las cosas. Clasificar y encasillar la existencia en compartimentos fragmentados nos brinda a los humanos, una ilusoria sensación de seguridad.

Pero tarde o temprano ese espejismo de conceptos, en su afán por construir identidades y etiquetar experiencias, termina por separarte del Todo que te rodea.

Así que, en lugar de eso, mejor aprende a acceder la vivencia pura y transparente de las cosas tal cual son, libre de interpretaciones. Solo así podrás comunicarte con los elementos y aprenderás el lenguaje del agua, del aire, del fuego y de la tierra. Comenzarás a vivir desde el Corazón y a experimentar el lenguaje del silencio.

Entonces caminarás sobre la Tierra de manera sagrada y con suficiente humildad para aprender lo que hemos venido a aprender de esta existencia.”

Luego de una larga pausa, nuevamente sonrió con inocencia, y fijó su mirada en las llamas del fuego. Su rostro reflejó los destellos de luz de aquel fuego ardiente.

Y dijo…

-“Pero por aquello de aquietar tu sed de respuestas, digamos que soy un Nagual, un ser humano que ha aprendido a escuchar el lenguaje del silencio.”

Leer Artículo anterior de Carlos Barsy Ocelotohtli:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *