El Tambor ha sido utilizado por nuestros antepasados de muchas culturas. Es un instrumento ritual, que con su ritmo y sonido entraban en trance para acceder a otras realidades o estados de consciencia ampliada, donde ocurría la sanación o se contactaban con Seres Superiores o Los Maestros, para obtener información. El Viaje Chamánico.
Se puede decir que el sonido del tambor imita el Latido de la Tierra o reproduce su vibración al tocarlo de 200 a 220 veces por minuto de manera rítmica, que hoy se sabe que es de 7.5 a 13 Hz y se le conoce como la frecuencia Shumman en honor al científico que la descubrió.
Los Chamanes Samis, Mapuches y Siberianos, fueron algunos de los que utilizaban este instrumento, y en la actualidad, vuelve a practicarse gracias a los estudios que realizó Michael Harner y que resultaron en una disciplina llamada Core Shamanism o Chamanismo Transcultural.
En la actualidad existen varias disciplinas o métodos de sanación, en donde básicamente se accede a un estado de consciencia como Alpha y Theta para conectarnos con la consciencia divina, en donde todo se origina y se ordena.
Los invitamos a que se pongan sus audífonos y se abran a la experiencia de escuchar el tambor y hacer su propio viaje. Con suerte podrás acceder a mundos aparentemente desconocidos, pero propios de nuestro Interior.
A continuación, incluimos algunas recomendaciones para maximizar la experiencia.
Utilización del Audio
• Se puede realizar un pequeño altar, al norte de la habitación o lugar en donde nos encontremos. Debe contener la representación de los elementos y los puntos cardinales. Norte-Aire (Humo de incienso), Este-Fuego (vela), Sur-Agua (contenida en un recipiente de vidrio), y Oeste-Tierra (piedras, plantas o un puño de tierra).
• Reproducir el Audio y recostarse o estar sentado en posición cómoda, con los ojos cerrados, frente al altar, en la posición Sur, viendo al Norte.
• Dejarse llevar a donde sea que nos conduzca el sonido, tomando en cuenta que serán cuatro rondas de tambor y sonaja, con 3 intervalos en pausa, en donde podemos abrir los ojos por un minuto, hasta comenzar de nueva cuenta los sonidos. (Nota.- Los tres golpes de tambor marcan las aperturas y los cierres)