Baños de Tierra, Agua, Aire y Fuego

Encerrados en las ciudades, en nuestras casas, en nuestras mentes, aún es posible conectar con la naturaleza a través de los elementos, y de esta manera ayudarnos a estar en Equilibrio, e ir fluyendo con la verdadera naturaleza de las circunstancias que estamos viviendo, que muchas veces dista de lo que percibimos.

Uno de los principios básicos de la medicina Ancestral, ahora recuperada en partes por el Naturismo o Biocultura, es el retorno al contacto con la Naturaleza: con la Madre Tierra.

Los cuatro elementos conocidos desde la antigüedad: tierra, agua, aire y fuego, corresponden a los cuatro componentes básicos de nuestro universo conocido y de nuestro propio cuerpo, que son: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.

Para estar en equilibrio y que nuestra energía se armonice con el medio ambiente y el mundo que nos rodea, necesitamos tener una actividad o conexión diaria con los elementos. Con los siguientes ejercicios o prácticas breves, estaremos equilibrándonos de forma psíquica, emocional, física y espiritual.

También tienen una relación con el ser humano, desde la perspectiva ancestral, que es la integración simbólica y profunda del Todo en nosotros. Podríamos aprovechar este ejercicio para trabajar cuestiones profundas, más allá de lo físico,  al momento de hacer los baños elementales.  

Tierra (Oeste, Dimensión Material, Cuerpo Físico, Madre-tierra, lo humano)

Trabajar el lado femenino (la madre), la nutrición básica y los instintos de supervivencia.

Agua (Sur, Dimensión Sentimental-Emocional, la Energía)

Trabajar el fluir sin resistencia, frente a los acontecimientos de nuestra vida.

Aire (Norte, Dimensión Mental, la consciencia, Lo Divino)

Trabajar el lado masculino (el padre),  movernos de forma inteligente, cambiar de dirección.

Fuego (Este, Dimensión Espiritual, el Espíritu)

Trabajar la espiritualidad, aquello que nos mueve, nuestra misión y propósito en la vida.

Conexión a través de baños elementales

Tierra.- “Baño de Tierra”. Pisar descalzo tierra o césped, también puede ser arcilla,  viendo de frente al oeste durante 4 minutos y dando la espalda al oeste durante otros 4 minutos.

Descarga el excedente estático de nuestro cuerpo, facilitando nuestro equilibrio electromagnético.

Agua.- “Baño de Agua”. Ducharse viendo de frente el Sur durante 4 minutos y dando la espalda al Sur durante otros 4 minutos. El agua debe estar a la temperatura ambiente y debe correr a través del cuerpo. Si es posible y las condiciones son propicias y libres de riesgo de resfriado, se puede hacer con agua fría, ya que de esta manera mejora nuestro equilibrio térmico del cuerpo.

El estímulo del agua fría ayuda a quemar toxinas del organismo y excedentes calóricos internos causantes de la enfermedad. Mejora la circulación sanguínea.

Aire.- “Baño de Aire”. Respiraciones profundas y pausadas durante 4 minutos, viendo de frente al norte y otros 4 minutos dando la espalda al Norte.

Regula nuestro sistema nervioso, ayudando a equilibrar los niveles de estrés y ansiedad.

Fuego.- “Baño de Sol”. En el amanecer, desnudo o con ropa blanca de algodón, durante 4 minutos con tu cuerpo de frente al Este (lugar de salida del sol), y dando la espalda al “Este” durante otros 4 minutos. Únicamente con el sol naciente. Evitar realizarlo cuando el sol esté en el cenit.

Toda la vida depende del Sol. La luz solar es indispensable para mantener nuestro equilibrio orgánico.

Realizar las acciones con los ojos cerrados, volviéndose conscientes de las sensaciones físicas, emocionales y energéticas del contacto con el elemento en cuestión.