“Año nuevo vida nueva”, la clásica frase que decimos al inicio de cada año, llenos de propósitos (los cuales no hemos cumplido todos los años anteriores), entusiasmo y grandes expectativas…
Definitivamente el año 2020 fue un punto de inflexión para la humanidad, que implicó grandes transformaciones en todos los niveles, sectores, razas y especies.
El día de hoy, independientemente la hora o fecha que estés leyendo esto, me gustaría invitarte a que te atrevas a ver las cosas desde otra perspectiva, a que te cuestiones TODO. Sin duda todo esto que está pasando y va a pasar, no es más que el reflejo de una sociedad muy enferma, del alma y del corazón.
Estamos programados para vivir en un estado de victimización total, donde sólo podemos percibir cómo lo de afuera “ME IMPIDE” ser feliz, cómo los demás “frustran MI CRECIMIENTO”, cómo el sistema es tan corrupto y yo “no puedo hacer nada”. ¿Y… si te dijera que nada de eso es cierto?, ¿si te dijera que todo eso que tu ves es solo un mensaje que esta tratando de llegar a ti de alguna manera?… ¿Si te dijera que no son más que lo velos de la matrix?
Alguien me dijo una vez: “no mates al mensajero, aprende a LEER el mensaje”; desgraciadamente vivimos en una cultura diseñada para “matar” al mensajero y de ésta manera poder fácilmente deslindarnos de toda la RESPONSABILIDAD que implica el cuestionarnos el PARA QUÉ nos suceden las cosas. Por lo general nos enfocamos en el POR QUÉ de lo que sucede, sin tomar en cuenta ¿qué fue lo que hice para atraer lo que me pasa?.
Las respuestas al POR QUÉ de las cosas, creo que sólo nos sirven para justificar nuestro sufrimiento (que en realidad es nuestra área de confort) y así poder seguir encantados en nuestro papel de víctimas. Es lógico que esto suceda porque es mucho más “cómodo”, no porque nos guste sufrir, sino porque es lo que nos enseñaron, es lo que ya conocemos y damos por hecho que esa es la realidad correcta.
Nos han programado para vivir ensimismados, adorando ídolos de barro y luchando por ser algo que ni siquiera nosotros elegimos ser, SOBREVIVIMOS día a día para tener una “digna vida de productividad superflua”, en donde nos hemos perdido en el TENER Y DEBER, y nos hemos olvidado del SER, nos hemos desconectado de nuestra esencia, de nuestra pacha mama, del universo, de DIOS, de la fuente, como prefieras llamarlo; estamos atados por una “falsa moral” que en su mayor parte solo sirve para llenarnos de creencias limitantes y corta nuestras alas.
Todo esto no es más que una invitación a que DESPIERTES, a que te atrevas a ser disruptivo y a cuestionártelo todo, te invito a ser LIBRE… te invito a que seas aquel que permanezca unido en tiempos donde nos quieren dividir, te invito a levantar la voz en tiempos en donde nos quieren imponer, te invito a ser luz en tiempos donde lo que hacen es expandir el miedo y el odio, te invito a vibrar en amor y compasión. Siempre lo digo, el amor es la respuesta a TODO.
Por último quisiera compartirte algo que he leído y escuchado de varios autores y maestros: NADA, absolutamente nada en esta dimensión es TAN importante como la muerte misma… el EGO hace reverencia ante tan grande maestra.
Así que, enfócate HOY en las cosas que te llenen el alma de paz, que te hagan vibrar, dedícate a servir, amar, dar… Recuerda que de aquí nada material te vas a llevar, así que VIVE, que nada oprima tu corazón, perdona, se empático, no te enganches, no te tomes nada personal.
Recuerda la salida es hacia adentro, nuestro entorno es solo nuestro propio reflejo… se cómo el agua del río que fluye, limpia, purifica, atraviesa rocas y montañas, sube y baja pero siempre vuelve a su cauce, a su esencia, a la fuente…